Basílica de la Sagrada Familia

La construcción del templo de la Sagrada Familia, declarado Patrimonio de la Humanidad, comenzó en 1883 y aún no ha finalizado. Gaudí, consciente de que no terminaría la obra, dejó los planos a sus sucesores y, desde su fallecimiento en 1926, el genio modernista contempla cómo avanza la construcción desde su sepultura situada en la cripta. 

Hoy en día, se ha completado el 70% de la construcción de la basílica y los esfuerzos se centran en las obras de las seis torres centrales. 

Sus torres, visibles desde diversos puntos de la ciudad, se han convertido en un elemento característico de Barcelona. Su objetivo es señalar el camino de peregrinaje al visitante. Barcelona no se entiende sin este templo expiatorio, al que Antoni Gaudí dedicó 40 años de su vida. 

Gaudí dedicó sus últimos 15 años de vida exclusivamente a la Sagrada Familia, una obra que representa la síntesis de toda su evolución arquitectónica, aplicando en ella todos los hallazgos que había realizado en otros proyectos suyos, como la Casa Batlló, la Torre Bellesguard y La Pedrera. Según palabras del propio arquitecto: "La estructura de la Sagrada Familia la probé primero en la Colonia Güell. Sin ese ensayo previo, no me habría atrevido a adoptarla para el templo".

La Sagrada Familia, una larga historia que aún continúa 

La primera piedra de la obra del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia se coloca el 19 de marzo de 1882, y a partir de entonces se inicia la construcción de la cripta. Poco tiempo después —y por discrepancias con los promotores—, la dirección de la obra pasa a manos de Antoni Gaudí. 

Una de las grandes contribuciones de Gaudí a la construcción es la aplicación de arcos catenarios, que permiten edificar grandes estructuras sin necesidad de construcciones laterales que actúen como contrafuerte. Muchas columnas de la Sagrada Familia están inclinadas porque forman parte de un arco catenario. Este tipo de arco minimiza al máximo las tensiones horizontales y distribuye la mayor parte de sus fuerzas hacia los cimientos, lo que permite eliminar los contrafuertes laterales hasta dejar el arco prácticamente desnudo. 

La planta del edificio es basilical de cruz latina con cinco naves, el crucero de tres naves y un ábside con un deambulatorio muy amplio que tiene siete capillas poligonales y dos escaleras de caracol que ascienden hasta los coros, donde se sitúan los cantores. Para el diseño de las estructuras, Gaudí se inspiró en las formas de la naturaleza y creó columnas con forma de tronco de árbol que convierten el interior de la basílica en un enorme bosque de piedra. 

Para aligerar el peso de los techos e iluminar el espacio, el arquitecto proyectó en los vacíos situados entre las columnas unos lucernarios o claraboyas, concebidos a partir de hiperboloides y construidos con piezas de vidrio doradas y verdes, por donde entra la luz solar.

Lo mejor del interior y exterior de la basílica

Lo mejor de la Sagrada Familia por dentro son sus impresionantes columnas, construidas en materiales de distinta dureza. En el interior de la basílica hay columnas largas y gruesas de pórfido rojo, una roca volcánica, columnas pequeñas y oscuras fabricadas en basalto y columnas de granito que proyectan la luz del exterior. 

También merece mención especial el altar de la Sagrada Familia y su ábside, que se encuentra dentro de una de las siete criptas que conforman la basílica. El interior de la cripta está decorado con cabezas de ángeles y una imagen de Jesús colgado en la cruz. A ambos lados, las escaleras ascienden, simbolizando el camino entre la tierra y el cielo. 

En cuanto a las fachadas, la fachada del Nacimiento (al noroeste, frente a la plaza de Gaudí) tiene tres puertas con esculturas de las siguientes virtudes: Fe, Esperanza y Caridad. Las entradas están separadas por dos columnas con una tortuga, que representa el mar y la montaña. El acceso central está decorado con los 3 Reyes Magos y, separando las puertas, José y María con Jesús. 

Sin duda, uno de los elementos más característicos de la Sagrada Familia es su verticalidad, que persigue el objetivo simbólico de elevarse hacia Dios y que se logrará cuando se completen las 18 torres proyectadas por Gaudí, cada una con una dedicación y unos pináculos en la cima que se confunden con el cielo. 

¿Cómo llegar a la Sagrada Familia?

La Ruta Azul del Barcelona Bus Turístic tiene la parada Sagrada Família, que te deja justo frente al monumento.

Horarios, precios y entradas a la Sagrada Familia

Toda la información sobre cómo planificar la visita, los tipos de entradas, los precios y los horarios de apertura está disponible en el sitio web oficial de la basílica de la Sagrada Familia. En temporada alta, para mayor comodidad y garantizar el acceso, se recomienda comprar la entrada por Internet. 

Para los más curiosos

• En la Sagrada Familia se oculta el símbolo de un cuadrado mágico de 16 números, que sumados en vertical y horizontal, siempre dan 33, la edad de Cristo. Un cuadrado similar se puede ver en el famoso grabado Melancolía de Albrecht Dürer.
• Dentro del mismo recinto que ocupa la basílica, junto a la calle Sardenya, Gaudí construyó entre 1908 y 1909 las Escuelas de la Sagrada Familia, pensadas para acoger a los niños de familias desfavorecidas del barrio y a los hijos de los obreros que trabajaban en la Sagrada Familia. El arquitecto francés Le Corbusier hizo un croquis de ellas durante una visita a Barcelona en 1928, y aunque no era un admirador del modernismo, se dejó influir por Gaudí.
• Cuando el templo ideado por Gaudí se complete, terminará de transformar el skyline de Barcelona, donde ningún edificio ha osado elevarse más allá de lo previsto para la Sagrada Familia.