Restaurante Los Caracoles – Casa Bofarull
Dos siglos cocinando caracoles
Un restaurante con casi 200 años de historia, que ha servido sus caracoles a grandes celebridades del siglo XX. Si paseando por el Barrio Gótico de Barcelona ves un asador de pollos en una esquina, estarás ante la puerta de entrada de uno de los restaurantes más antiguos de la ciudad.

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El espíritu de taberna barcelonesa del siglo XIX
En 1835, Agustí Bofarull y su esposa fundaron en la calle Nou de Sant Francesc la taberna Can Bofarull, que comenzó como una tienda de comestibles hasta que su hijo, Felicià Bofarull, decidió servir comida.
Rápidamente destacaron los caracoles, motivo por el cual la clientela renombró el local como "Los Caracoles" en 1915.
Tan famoso se hizo el restaurante que, a principios del siglo XX, se trasladaron al número 14 de la calle Escudellers, en un local de esquina donde instalaron un asador de pollos que lo convirtió en la rostisería de moda.
Durante los años 60, Antoni Bofarull se convirtió en uno de los personajes más populares de la ciudad, y el local recibió visitas ilustres como las de Ava Gardner, Pablo Picasso, Salvador Dalí, Burt Lancaster, John Wayne, Carmen Amaya, Errol Flynn o Julio Iglesias.
Tras la muerte de Antoni en 1973, el emblemático restaurante siguió atrayendo actores como Gérard Dépardieu, Alain Delon, Catherine Deneuve o Robert de Niro.
Más de 180 años después, Los Caracoles, patrimonio gastronómico de la ciudad, sigue recibiendo a sus fieles clientes en la calle Escudellers.
¿Cómo llegar a Los Caracoles?
Desde la parada Colom – Museu Marítim de la Ruta Roja del Barcelona Bus Turístic puedes subir por La Rambla hasta la calle Escudellers, donde además de Los Caracoles, también se encuentra otro restaurante histórico: Grill Room.
Para los más curiosos
- En 1936, Los Caracoles fue colectivizado por los anarquistas, aunque los Bofarull se mantuvieron a cargo. El restaurante no solo permaneció abierto durante todo el conflicto, sino que tenía tanta clientela que en 1937 recibió una multa por tener demasiadas luces encendidas.