Con una fachada singular, es una de las pocas obras que el arquitecto Josep Maria Jujol, colaborador de Gaudí, llevó a cabo en Barcelona. Se trata de un edificio que destaca por las curvas de su fachada y por el hecho de que, en un solar de 80 m², Jujol consiguió proyectar pisos de 120 m².
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Adreça
Avinguda Diagonal, 332
Barcelona